Conclusiones después del U.S. Open
“Un sueño hecho realidad.” Así definía Graeme McDowell su experiencia en este U.S. Open. Y aunque creo que nadie acertó con el ganador en la porra que hicimos la semana pasada, creo que no habrá muchos que se hayan quedado insatisfechos después de ver este U.S. Open, que ha tenido de todo. Pebble Beach dio la talla hasta el final y como dijo Mickelson el jueves al terminar su vuelta: “Es imposible que alguien termine bajo par.” Así fue.
Por eso se ha caracterizado este U.S. Open: la dificultad. El único en terminar empatado con el campo fue McDowell, el resto fueron presa de Pebble Beach. Pero incluso él terminó el torneo agotado mentalmente: “No puede creer lo difícil que ha sido este campo de golf.” Es el primer europeo en ganar un U.S. Open en 40 años y por si alguien tenía alguna duda de que esto iba a suceder cualquier año, el segundo clasificado fue Gregory Havret, un francés. Después de cuatro días con los mejores del mundo peleándose contra uno de los mejores campos que existen, se pueden sacar varias conclusiones de este U.S. Open.