Jugadores que no descansan nunca

Hace unas semanas Ovidio nos habló de unos comentarios de Camilo Villegas sobre que el golf no tenía un final de temporada (“el único deporte que no lo tiene”). Bien, ahora que termina la temporada de golf, podemos ver qué hacen los jugadores: algunos decidirán prepararse para el año que viene y otros no pararán de jugar prácticamente hasta finales de año. Supongo que hasta algunos no harán nada.

Ejemplo número uno: Tiger Woods. Ha jugado ocho veces en las últimas 11 semanas, su periodo más ocupado en los últimos nueve años, y ha logrado más cosas de las que muchos jugadores alcanzan a lo largo de toda su carrera. Woods ganó tres veces, consiguió su segundo trofeo de la FedEx Cup, estuvo a punto de cazar otros tres torneos y encima lo ha rematado ganando sus cinco partidos de la Presidents Cup.

¿Y ahora qué? ¿Qué se supone que va a hacer hasta final de año? Respuesta: Vuelve al trabajo en tres semanas.

Lo siguiente para Woods es el World Golf Championships-HSBC Champions en Shangai, donde se enfrentará a jugadores como Phil Mickelson, Geoff Ogilvy, Padraig Harrington y Sergio García. A esto le sigue el Australian Masters y más tarde, su propio evento: el Chevron World Challenge, que ahora cuenta también para el Ranking Mundial.

“Creo que sin duda es uno de las temporadas más largas que he hecho,” dijo Woods el domingo en Harding Park. “Lo único comparable fue en el final de año 2000.”

El golf no se mide más por temporadas, sino por el año. El golf no termina hasta que comienza otro año distinto. Los únicos días en los que el mundo no tiene un torneo oficial de golf son el último fin de semana de Diciembre y el primer fin de semana de Enero.

¿Cuándo tienen vacaciones los jugadores?

Pues la respuesta es sencilla: cuando quieren.

Camilo Villegas dijo en Twitter unas semanas atrás: “Todavía no lo cojo, todos los deportes tienen un final de temporada pero supongo que nosotros no.” Como dijo Ovidio: “¡Qué guapo estabas callado!”

La temporada es tan larga como el jugador quiere que sea. Villegas quiere jugar en todas partes, por lo que estará en España, China, Nueva Zelanda y Dubai en las próximas seis semanas.

Bien por él.

Es el beneficio de ser un profesional “independiente”. Crea tus propias metas, crea tus propios planes, tus propias oportunidades financieras. Y además, considerando la situación económica global, da las gracias por poder jugar al golf donde quieras y cuando quieras.

Este “problema”, sin embargo, no es nada nuevo. Viajar alrededor del mundo viene ya una generación por detrás, cuando no se hacía tanto en Otoño (como es más costumbre ahora) sino que se hacía en mitad del PGA Tour.

Nick Watney va a China dos veces para el World Golf Championships y el Omega Mission Hills World Cup. Ogilvy va a Shangai y Singapore, contando con tres semanas en Australia, donde concluye el Australian PGA Tour. El campeón del Masters 2009, Ángel Cabrera, juega la semana que viene el PGA Grand Slam en Bermuda. Después, cogerá un vuelo privado a España y podría acabar perfectamente la temporada el día 20 de Diciembre con el South African Open.

¿Cuándo descansa un jugador?

Jim Furyk, el año pasado, jugó el PGA Grand Slam. Después, en cuatro meses, sólo jugó el Chevron World Challenge (el torneo de Tiger) hasta que comenzó la temporada en Pebble Beach.

Muchos jugadores tienen un final de temporada muy ocupado. Otros, sin embargo y sin ser peor, tienen casi cuatro meses de vacaciones y disfrutan de los millones de dólares que han acumulado durante el año. Lo que sigue sin tener sentido alguno, es quejarse de que la temporada de golf nunca termina.

En Fuera de Límites | Camilo Villegas