Club de Golf La Habana

Aunque La Habana sea un destíno turístico muy popular, no es el lugar ideal para los jugadores de golf. De hecho, la mayoría, piensan que en su estancia en La Habana estan forzados a un retiro golfístico. Pero no es así. Lo primero porque el Club de Golf de Varadero está a unas dos horas, y lo segundo y más importante, porque escondido en el interior, cerca del aeropuerto, podemos jugar en el Club de Golf La Habana.

Se trata de un campo de nueve hoyos, con los tees duplicados para que se puedan jugar 18 hoyos con diferentes distancias y en ocasiones, distintos diseños Así por ejemplo, el hoyo 9 es un dogleg en el que se puede acortar abriendo la bola por encima de unos árboles, y el 18 es un ligero dogleg izquierda que requiere un drive largo y al draw para hacer una buena salida. El campo no llega a los standares europeos, pero está bastante mejor que lo que entendemos por un campo rústico. El mantenimiento de las calles es muy bueno, pero los greenes dejan bastante que desear y la bola hace muchos extraños al rodar. Además son bastante duros y rápidos y no reciben nada bien. Dicen que están en proyecto de mejorar los greenes y meter riego bajo el terreno, así que es posible que mejoren en el futuro.

Pero vayamos por partes. El acceso al club es un poco complejo, hay que tomar la dirección del aeropuerto saliendo de La Habana. Cuando aparezca el desvío para acceder ya al aeropuerto (con la torre de control de frente) cojemos ese desvío, y después continuamos por la derecha en vez de hacer cruzar la carretera que nos encontramos en dirección a las terminales. Continuando aproximadamente un kilómetro están las señales de desvío al club y ya no tiene pérdida.

De todas maneras lo mejor creo que es coger un taxi. Por unos 15 pesos cubanos (se mantiene más o menos paritario con el euro) te llevan al club. Eso sí dejad arreglada la vuelta, quedando a una hora o anotando el celular (teléfono móvil) del taxista, porque avisando al acabar puede llevar a una espera bastante larga. Si la opción es el teléfono, al pasar cerca del restaurante en el hoyo 15 (hoyo 6) dad aviso para que llamen a vuestro taxista y os dará tiempo a acabar.

Los precios actuales son los siguientes:
Green fee 9 hoyos: 20 pesos.
Green fee 18 hoyos: 30 pesos.
Alquiler de palos: 5 pesos.
Servicio de caddy: 3 pesos.

En la caseta del caddy master venden tees (muy cortos) por 1,50 pesos y bolas a precio de oro, ya que una top-flite normalillas de las cobran a 3 pesos la bola. Eso sí, después de la salida en el hoyo dos hay dos hombres vendiendo bolas bastante buenas (Titleist NXT y similar) por 0,50 pesos la bola. Guantes no tienen, así que hay que llevarselo puesto.

Juan Carlos, uno de los caddies del club

El diseño del campo es bastante bonito. La finca en la que se ubica es muy amplia por lo que los fuera de límites no son necesarios. Las calles son bastante anchas y no hay casi rough, pero no hay que descuidarse porque están rodeadas siempre de árboles altos por lo que una salida desviada te suele penalizar siempre con un golpe de recuperación.

Destaca el hoyo 2, un par 5 largo en la primera vuelta (algo más de 450 metros) más corto en al segunda (unos 430 metros), con un riachuelo escondido a la vista y a unos 100 metros de green. Hablando de distancias, el uso de caddy es casi obligado porque no hay ningún tipo de estacas.

También es muy interesante el hoyo 3, en el que puedes tirar el driver a pasar el agua (sobre los 200 metros) o jugar corto no más de un hierro 6.

Los pares tres (hoyos 5 y son cuesta abajo y cortos, se juega entre el PW y el hierro 8, dependiendo el viento y la posición de la bandera.

El en hoyo 6, par cuatro, se puede llegar de uno en la primera vuelta, pero en la segunda los tees están más alejados y hay que jugar el driver al codo del dogleg.

El nueve, del que hemos hablado ya arriba es también un excelente hoyo de golf que te exige dos buenos golpes para hacer un buen resultado y poder lucirte delante de la terraza del restaurante.

El ambiente es muy familiar, en su mayoría son personas de las embajadas extanjeras en la isla y casi siempre se encuentra una buena partida. Además un caddy por apenas 3 euros es un lujo que ya existe en pocos sitios. Ofrecen mucho conocimeinto del campo y buena conversación.