Ovidiov  
Parto de la premisa que no tengo ni idea de como mantener un campo de golf en magnÃfico estado, que es más que probable que no pueda diferenciarte más de tres tipos de hierba diferentes, pero a pesar de eso, cuando cada mañana juego en mi club, y veo el mimo que todo el equipo de mantenimiento le dan al campo, dÃa sà y dÃa también, uno acaba valorando el trabajo del greenkeeper y de todo su equipo, sin bien es cierto, que considero que soy de esos pocos que lo hacen, porque si no, no puedo entender las cantidad de piques que sigo viendo sin arreglar en los greenes, una falta de respeto para el campo, para el resto de jugadores y para todo el personal que se esfuerza en presentar el campo en las mejores condiciones posibles
Sin embargo, este fin de semana me he llevado una grata sorpresa cuando he aprovechado la oferta del dÃa del padre en el Salobre Golf que el otro dÃa os comentaba en el Campo Sur del Salobre golf, el recorrido más antiguo de los dos recorridos existentes, y del que pronto espero poder incluir en nuestra guÃa de campos, un campo comercial, muy divertido por su diseño, que permite jugar agresivo o conservador muchos de sus hoyos, aunque los excesos se pagan. Uno de esos campos que permiten divertirse a toda una familia, sin embargo, a mi juicio, su punto débil, siempre habÃan sido los greenes, bien cuidados, pero más lentos de lo que a muchos de nosotros nos gustan, y en los que era más fácil acabar desquiciado que disfrutando a la hora de puttear.
Pero este sábado al poco de poner los pies en el Salobre Golf, uno empezó a ver cosas diferentes, fijándome en el green del nueve, me llamó la atención el rodar de las bolas en el green, diferente a lo que uno tenÃa guardado en su memoria, al fijarme en las calles, uno ve como las calles están mejor perfiladas, detalles, que me obligaron a preguntar al personal la siguiente pregunta ¿qué es lo que ha sucedido aquÃ?
La respuesta no fue otra que el Salobre Golf habÃa cambiado de greenkeeper, con una nueva manera de hacer las cosas. Y después de haber jugado un par de hoyos, uno ya era plenamente consciente, de que aunque los greenes es probable que todavÃa necesiten algo más de tiempo, ya nos estaban permitiendo disfrutar mucho más del campo. Unos greenes con mayor densidad de hierba, cortadas más bajos y con una mejor calidad de rodada de la bola.
Parece poca cosa el cambio del greenkeeper, pero me imagino que su cambio para un gerente no debe ser tarea fácil, por lo que se juega, por el nivel de confianza que debe tener en las labores de esa persona que se incorpora a su equipo y del que en buena parte dependerá la imagen que la gente se lleve de su campo. Sumándole los nuevos métodos que el nuevo greenkeeper habrá traÃdo al campo, cambiando la manera de trabajar a su personal, con lo poco que suelen gustar los cambios, por lo que no sólo estamos hablando de una persona, si no de cambios que todo el equipo que trabaja en un campo de golf ha tenido que realizar para que el campo esté como está ahora.
He de reconocer que desde el mismo sábado por la mañana me ha llamado la atención como el cambio de una persona, el greenkeeper, puede cambiar la imagen que uno tenÃa de un campo que siempre habÃa estado cuidado, pero al que le faltaba la guinda de unos greenes donde uno disfrutase putteando. El nuevo greenkeeper del Salobre Golf tan sólo lleva unos meses trabajando, los meses de mayor stress para un campo del sur de Canarias, ya que el invierno es su temporada alta, pero si a pesar de todo eso, los greenes estaban como estaban el sábado, habrá que estar atentos, a como estarán los greenes del Salobre Golf dentro de un par de meses, porque pintan bien.
Creo que muchas veces los golfistas pasamos por los campos de golf sin valorar quizás lo suficiente el trabajo que es necesario, asà como el número de personas que tienen que intervenir, para que un campo de golf luzca en buenas condiciones, porque mucho me extrañarÃa que en esto del mantenimiento de los campos existiese una receta mágica, que fuese distinta a la de tiempo, dedicación y mimo de todas y cada una de las personas que son responsables del mantenimiento del campo.
Imagen |Ovidiov
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Pablo Herrero
Enrique Soto
Comentarios
interesante
La respuesta a la pregunta es un rotundo no. Es complicado que los jugadores sepan apreciar esas cosas. Sólo hay una forma que conozco para que se aprecie su trabajo: tener un campo hecho polvo y que lo convierta en un "prado" en el que la bola rueda, las muñecas no te duelen después de jugar y, en definitiva, en un campo que te hace repetir una y otra vez. En mi campo hemos pasado por una cosa asÃ. TenÃamos el campo fatal y desde hace más de 4 años, con la llegada de un nuevo Greenkeeper, se ha convertido en un campo muy competitivo.
interesante
Es lo menos valorado de este genial deporte.
interesante
Pues creo que es la impresión más importante que te puedes llevar de un club de golf. Y aparte de los medios técnicos que tengan, el oficio y saber hacer del greenkeeper es fundamental.
Tengo ganas de comprobar este verano cuando juegue en el Real Club de Golf de Sotogrande la labor del nuevo greenkeeper que han fichado porque en los últimos años habÃa bajado una calidad que en otros tiempos era una referencia. Han fichado nada más y nada menos que al greenkeeper del Real Club de Golf de Sevilla, campo al que no se le podÃa poner una pega. Ya volveré a comentar si se nota o no.
Lo mismo ha ocurrido en el Real Club de Golf de La Coruña. Cambio estructural gordo para atender la demanda de los socios, de un campo de calidad. Ahora hay un organigrama formal y funcional que recoge una nueva manera de trabajar y está dando unos resultados, hasta el momento, para mi sorprendentemente buenos. Se ha fichado a Canfrán, greenkeeper de reconocido prestigio por la zona noroeste de España y se han separado las tareas más estratégicas y de asesoramiento (Canfrán), de las operativas, es decir, de ejecución de los trabajos en el campo (segar, rastrillar, podar, perfilar,...), que son responsabilidad del capataz y su equipo. Ambos, dependen del gerente, que es el máximo responsable ante la JJDD del estado del campo.
Anteriormente, se dejaba que ciertos socios en diferentes posiciones del organigrama del Club, tomaran decisiones sobre esta materia, para la cual no estaban preparados. Asà estaba el campo. Ahora, esta nueva estrategia está consiguiendo que por fin haya greenes de calidad, que las calles estén como deben estar y a pesar del duro invierno gallego. Es cierto que aún quedan cosas por hacer, no se va a resolver todo en unos pocos meses y hace falta presupuesto, pero el nivel de satisfacción dado el buen estado del campo, es generalizado.
Nos esperan 3 campeonatos nacionales de primer nivel en los próximos 2 meses. Os aseguro que el campo gustará y que estará a la altura de los eventos de primer nivel amateur que acogerá en abril y mayo.
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